jueves, 25 de agosto de 2011

...QUE CARGUE CON SU CRUZ Y ME SIGA..

Toda noticia genera reacciones.
Si ella trae buenas nuevas, hay alegría y todos están conformes.
Pero cuando las noticias no son buenas, la situación es bien distinta. Es fácil acompañar en la alegría, otra cosa bien distinta cuando cunde la adversidad.

La noticia de Jesús, su anuncio pascual pasando por la cruz, no encuentra buenos interlocutores. Pedro a quien poco antes se le había alabado su profesión  de fe, y a quien se le había entregado el poder de atar y desatar, es el primero en oponerse, Se le llama satanás, es decir adversario y opositor.

En el seguimiento de Jesús no siempre se saborea los manjares del triunfo y el parabién.
Lo vive el profeta Jeremías,el  seducido por Dios, para quien la proclamación de la Palabra le genera rechazo burlas y desprecio.
Lo experimenta Jesús con sus discípulos, cuando al no lograr entender el sentido de su tarea, quieren hacerlo desistir.
Y ser fiel y coherente hoy a la fe que profesamos tampoco es fácil
.Al adolescente se bombardea por los medios de comunicación a vivir una vida fácil, vacía, sin ningún referente espiritual.
A los esposos a vivir una relación sin compromisos, mediatica, no abierta a la vida.

Se nos proclama por todos los medios posibles que la fe es algo personal, que no tiene incidencias en la vida familiar, social.
Se nos vende la idea que Dios ya no es importante y que la fe es producto de una época oscurantista y del pasado.
Es entonces cuando los  los discípulos de Jesús tenemos que asumir en la vida el misterio de la  pascual de
 Jesús: aceptar la cruz, para saborear la mañana gloriosa de la resurrección.
es solo entonces cuando:
renunciamos a toda forma de egoísmo y asumimos el valor de la solidaridad como expresión suprema del amor.
Cargamos la cruz: es decir asumimos los riesgos, le hacemos frente a los adversarios del mundo de hoy, y no dejamos que el miedo, incluso el de la muerte, nos haga claudicar.
Y por último nos apoyamos en Jesús el maestro, porque sabemos que no estamos solos, el nos acompaña hasta el último momento.

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