viernes, 19 de agosto de 2011

CUANDO DEFINIMOS A JESUS

"Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificare mi Iglesia.."
Después de dos mil años,el panorama no ha cambiado mucho cuando se trata de hablar de Jesús.
Todavía hoy, sigue despertando las mas encontradas respuestas.
Para los cristianos de los primeros años, Jesús se lee desde ópticas meramente humanas o divinas, lo que llevo a falsas imagenes y a grandes herejías a las que los padres de la Iglesia tuvieron que hacer frente.

La edad media ve a Jesús desde las monarquías del momento. El es un rey casi al estilo humano. Sus representaciones aparecen entonces con corona, cetro y tronos.

Años después, Jesús se confunde con un líder político agitador de masas, que invento la Teología de la liberación, para enarbolar sus banderas de division de clases, y la justificación de la violencia política.
Luego llega la época del guru, del maestro al estilo oriental con prácticas de relajación, mantras y métodos de oración que entraron a la Iglesia de la mano de prestigiosos teólogos.

Por último, el método histórico crítico de la teología bíblica nos señala una imagen de Jesús mas evangelica y mas real si se quiere.
A nivel personal también la fe, como la imagen de Jesus, pasa por etapas.
De pequeños nuestros padres desiden por nosotros en todos los aspectos: aprendemos definiciones y conceptos, nuestra educacion es desicion  de ellos y se nos imponen normas y reglas de comportamientos.
Incluso a nivel religioso se nos "impone" una fe que no hemos elegido.

Jesús entonces es definido por la experiencia de otros: padres, familia, sociedad, espiritualidad, modas del momento.
Pero llega el momento de la emansipación y a nivel de fe, nos toca definir ya desde nuestra experiencia, quien es Jesús y que significa para nosotros. Ya no hay definiciones prestadas ni copiadas.
Ya mi experiencia personal define y clarifica quien es Jesús para mi vida,  que lugar ocupa, y cuales son sus inplicaciones en mis desiciones personales.
Muchos entonces seguirán repitiendo formulas y oraciones prestadas.
Otros podrán dar razón de su fe desde la experiencia de Jesús, que sana, perdona salva y redime.
Por eso la pregunta de Jesús en el evangelio de este domingo cobra fuerza para cada uno de nosotros:
QUIEN DICEN USTEDES QUE SOY YO?

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