martes, 31 de mayo de 2011

LOS ENCUENTROS QUE LLEVAN A DIOS.


Encuentro de María e Isabel, Iglesia de la dormicion,Jerusalén
 A unos 6 kilómetros de Jerusalén, saliendo por la puerta de Jafa y luego de hacer un recorrido de unos 15 minutos, el paisaje no puede ser mejor.
Ain Karem se nos presenta rodeada de hermosas y verdes colinas, casas de piedra, algunos campanarios y minaretes, arboles frutales y la torre que señala la Iglesia de Juan el Bautista, donde vivieron Zacarias e Isabel.
Mas  adelante podemos contemplar la Iglesia de la Visitación.
Hasta este lugar, nos cuanta el evangelio (Lc 1,39-56) llego María a toda prisa, ante la situación de su prima que siendo ya anciana iba a dar a luz.

El relato esta lleno de detalles, que supone un gran cuidado del autor, para contar lo acaecido.
La joven virgen corre presurosa, nos dirá otra traducción.
 Lo importante es llegar a tiempo, y en este menester María pone todo su empeño.
El primer momento de la caridad, hoy se le llama solidaridad, es poder llegar en el momento oportuno.
Cuando la situación concreta merece nuestra premura, la caridad no puede dar espera,y mas cuando se trata de aliviar el dolor y menguar la angustia del hermano.

Ir con prontitud al encuentro de quienes solicitan nuestra ayuda, como lo hizo María, nos puede dar mas alegría, que las felicidades banales que nos venden hoy los medios de comunicación.
Quien ejerce la caridad da a Dios, lleva al encuentro con Dios.

La solidaridad cristiana, no es entonces mera filantropía, es por el contrario la presencia de Dios a través de mi servicio.
Dios actuando través de mis manos que dan, acarician, curan, conducen, apoyan; de mis labios que que animan, bendicen, perdonan, alientan.
Es mi ser, al servicio del otro, desde Dios  mismo, el cual no escatimo nada cuando se propuso salvar al mundo.
El encuentro de María con Isabel tiene un protagonista: Dios.
Maria es solo un instrumento frágil y dócil del amor de Dios, un instrumento que en el momento oportuno, llega a remediar nuestras carencias.

UN ENCUENTRO QUE NO LLEVE A DIOS,Y NO DE A DIOS RESULTA VANO Y PASAJERO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario