lunes, 21 de noviembre de 2011

EL ESCANDALO DE UN REY



Domingo, 20 de noviembre de 2011.
“tuve hambre y me has dado de comer,
Tuve sed y me diste de beber.” Mt. 25,31-46.

Hablar de monarquías en pleno siglo XXI parece obsoleto. El mundo de hoy democrático y pluralista, desconoce cada vez más cualquier vestigio de las antiguas monarquías. Solo una prensa amarillista y sensacionalista, se ocupa de los escándalos de lo que queda hoy de las monarquías en el mundo.
Para los judíos de tiempos de Jesús, el mesías tenía unas connotaciones de rey, guerrero, y líder político que le devolvería a Israel su pasado glorioso. En los evangelios el título de rey se le atribuye en muchas ocasiones a Jesús, incluso él se auto proclama como rey, cuando es interrogado por Pilatos.
El juicio a las naciones, tiene como fin último, participar del reino a todos aquellos que vivieron el amor con sus hermanos.
La realeza de Cristo, no está simbolizada en una corona de oro, sino en una corona de espinas.
Su trono no está cuajado de piedras preciosas, es una cruz, y en ella está puesto como escándalo y vergüenza. Su ejército son los pobres, sencillos y enfermos.
Reconocemos a Cristo rey, porque el fin de su reinado, es la instauración del reino de Dios en el mundo, porque su única respuesta al egoísmo de los hombres es su entrega total, que pasa por el sufrimiento de la cruz
Celebramos la fiesta de Cristo rey, reconociendo que la pertenecía a su reinado no se da por títulos de nobleza heredados, ni por pago a servicios prestados
Para pertenecer a su reino, basta el amor. Amar sin medida hasta que nos duela. Solo quienes saben amar podrán ser llamados a heredar su reino. Un amor que se hace comida para el pobre, vestido para el desnudo, afecto para el encarcelado, agua para el hambriento. Justicia para quien no es escuchado, y se le niegan los derechos fundamentales.
 La llegada del reino de Dios, será una realidad en la medida  en que vivamos en el amor como único camino para derrotar el egoísmo, legitimando los caminos de la justicia por donde llegara la paz que todos anhelamos.



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