El fin de año no solo es una época de fiesta, jolgorio y disipación.
En ella, las empresas, los colegios, todas las entidades comerciales hacen sus balances; y con los resultados proyectan nuevas estrategias para el año próximo. Se evalúan responsabilidades frente a los resultados obtenidos: si ellos son buenos, hay felicitaciones, premios, bonificaciones, pero si hay perdidas se buscan fallas y hasta posibles culpables.
En el evangelio de este domingo, Jesús nos narra que el amo de tres criados entrega a cada uno, una gruesa suma de dinero, y parte a lejanas tierras seguramente en un viaje de negocios.
Narra el evangelio que dos de ellos, de manera responsable hicieron producir el doble aquel dinero y entregaron a la vuelta de su señor el doble de la cantidad que habían recibido. Sus actuaciones les merecieron no solo el elogio, sino el encargo de responsabilidades mayores.
Solo el tercero, a quien se le entrego más poco, no se comportó a la altura de las exigencias de su amo.
Bien lo sabemos qué hemos recibido de Dios múltiples talentos, él ha colocado en nuestras manos un tesoro de incalculable valía, para que a su vez, se multipliquen en nuestras manos. Nada se nos ha dado para guardarlo de manera egoísta, nada es nuestro y por tanto merece una buena administración.
Los resultados abundantes, dependen en gran medida, de que tan consientes somos de lo que Dios ha puesto en nuestras manos, y del tipo de relación que tenemos con él.
Obtendremos ganancias, si actuamos como los siervos del evangelio, en sintonía con lo que el Señor quiere y desea que hagamos, haciendo rendir en nuestras manos lo que él ha puesto, y reconociendo que nada es nuestro.
Pero no abra resultados, cuando nos dejamos arrinconar por el miedo y vencer por la falta de iniciativa. Cuando nuestras motivaciones, parten de intereses mezquinos y egoístas, y cuando dejamos de un lado el querer de Dios, perdiendo de vista su voluntad.
Para Dios no cuenta tanto lo cuantificable, lo poco o lo mucho; para El solo cuenta nuestra responsabilidad, y la habilidad para que sus talentos puestas en nuestras manos obtengan buenos resultados.
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